Su nombre es por la función que desempeñaban históricamente las cuadrillas: recaudar dinero en épocas festivas cristianas en nombre de las Ánimas Benditas del Purgatorio, aprovechando lo que los feligreses les daban para el mantenimiento de las ermitas u otros enseres de las cofradías. Esta devoción queda patente en estas coplas del aguilando de Vélez Blanco:
“Dale limosna a las Ánimas, dale si les queráis dar, que Dios todopoderoso todo sus lo premiará. Limosna que recibamos , en bien de las Almas va. Que tuisco el mundo tinemos ánimas por quién rezar. A las Ánimas benditas no les cierra la puerta. Se les dice que perdonen y ellas se van tan contentas”.
Las cuadrillas de ánimas, datan del siglo XVII, se encuentran por todo el sudeste de la península, es decir, norte de Granada y Almería, Murcia y Sudeste de Albacete. En muchas de las provincias las cuadrillas ya no mantienen la forma original pero todavía queda una que se asemeja bastante y es la de Vélez-Blanco.
Las cuadrillas de ánimas solían salir a actuar cuando llega la Navidad, los límites son entre la Inmaculada (8 de diciembre) y la Candelaria (2 de febrero) y siempre se ha tenido como límite Santa Lucía, San Antón, San Sebastián. Aunque, en la actualidad, se limitan más sus actuaciones a fechas señalas como el Día de Navidad, Inocentes, Fin de Año o Reyes.
Antiguamente las cuadrillas iban actuando por todo el pueblo pero ahora mismo solo actúan dónde los llaman o en lugares concurridos.
Para ir por las calles se mueven con un protocolo peculiar, primero avanza una persona que avisa a los vecinos y vecinas tocando una campanilla, le sigue el mayordomo, que llama a las puertas de las casas para preguntarles si quieren escuchar una canción o una oración. Si los dueños de la casa solicitan una canción, éstos entran dentro y en las coplas que serán cantadas se puede incluir el nombre de familiares, allegados o animales. Luego, los dueños de la casa les dan una limosna que podía ser en forma de dinero o especia (pollos, chacinas, vino etc). Éstas eran guardadas por el “mochilero”.
Así, en algunos días señalados como Inocentes, Año Nuevo, Reyes… se celebraban bailes de inocentes en algún bar de la población, ahí se subastaban las limosnas que habían recibido en forma de especie y además, en ocasiones, comenzaban a “picarse” entre unos y otros respondiendo a coplas hasta que uno se quedaba en blanco.
Mantenían una organización clara:
- Mayordomo, que a veces coincidía con la figura de hermano mayor o de presidente
- Encargado de organizar a la cuadrilla, buscar a los músicos, fijar ensayos, decidir itinerario.
- Guión, encargado de guiar a las cuadrillas en las músicas.
- Trovador
- Repentista, se trata de un músico o cantante que improvisa las letras que se cantarán o que recuerda una gran cantidad de coplas
En cuanto a las Piezas musicales suelen tocar piezas religiosas y otras de carácter más popular y festivo: malagueñas, jotas murcianas, seguidillas, sevillanas y parrandas, una de las piezas más populares.
EL TROVO: Los troveros improvisan las coplas y los trovadores a veces se juntan para batallar las trovas con rimas improvisadas y suelen tener un tono mordaz y humorístico.
En cuanto a los instrumentos se utilizan sobre todo guitarras españolas, bandurrias, laúdes, panderetas, castañuelas, violines, clarinetes y otros instrumentos.
El pasado domingo 21 de enero tuvo lugar el Encuentro de Cuadrillas 2024 en el municipio de Taberno donde asistieron las Ánimas de Zarzadilla de Totana, la de Aguaderas y la de Taberno.
Las cuadrillas son una tradición que ha ido de generación en generación y ha sobrevivido hasta nuestros días. Es nuestro deber que no se pierdan y continuar con los legados.