Son muchos los estudiosos que apuestan por la teoría de que Miguel de Cervantes probablemente pasó una estancia de dos o tres días en nuestra tierra. Ya en el año 1935 el historiador de Cuevas del Almanzora, don Miguel Flores González Grano de Oro, abrió esta gran cuestión. Comenzó a hablar de este tema en una revista de literatura que editaba por aquellos años en Almería, llamada «Voluntad». Otros periódicos de la provincia se hicieron eco de esta noticia, como fue el caso del semanario «El Censor» de Cuevas del Almanzora.
El artículo recibía el nombre de ¿»Miguel de Cervantes Saavedra en la provincia de Almería?». Esta hipótesis de Grano de Oro no fue rebatida por ningún erudito de la época y además éste aportó pruebas que apoyaban lo dicho como fue un documento procedente del Archivo General de Simancas y existente en la Sección de Contaduría Mayor de Hacienda. El documento está fechado a 9 de septiembre de 1594, y nombra junto a Miguel de Cervantes a cuatro pueblos de Almería: Laroya, Macael, Fines y Somontín.
Pero, ¿Cómo terminó Miguel de Cervantes en nuestro Valle del Almanzora?. Se dice que gracias a un amigo influyente en la Corte, fue nombrado por la Corona Recaudador de la provincia de Granada, otorgándole el encargo de recaudar las cuantiosas tasas que tenía atrasadas en la capital y en los municipios de Alhama de Granada, Almuñécar, Baza, Guadix, Loja, Motril y Salobreña.
Así, Cervantes de compromete a terminar esta tarea en el plazo de 50 días, debiendo depositar el aval por la totalidad de sus bienes. Pero una vez en Granada no pudo recaudar lo que debía en la Casa de la Moneda, luego en Motril donde los supuestos deudores de hacienda le exhibieron unos justificantes de pago de los tributos que eran falsos. En Baza alcanzó los municipios de Benamaurel, Cúllar, Fines, Freila, Laroya, MACAEL, Somontín y Zújar, donde también se negaron a pagar las tercias y alcabalas.
Dicen que Cervantes no destacó en el campo de la gestión tributaria, ya que ese empleo «autoimpuesto» solo le trajo desventuras y tropiezos por el sur de España. Por lo que aquí demostró que sus dotes eran las de la escritura.
Es por toda esta historia que este sábado 13 de abril en Laroya se celebra «Descubre Laroya: de Cervantes a los Fuegos». es el título con el que desde el Ayuntamiento invitan al visitante a conocer más allá de lo evidente, en un pueblo referente por su turismo rural, pero del que dicen que atravesaba Miguel de Cervantes en su rol de recaudador de la hacienda real dentro de lo que entonces se consideraba la jurisdicción de Baza.
Los Fuegos de Laroya, a los que ya le dedicamos un artículo hace unos meses, también acapararon la atención de todo el país en el verano de 1945, cuando por circunstancias aún no determinadas, ardían montones de trigo en lo más alto del municipio, ardió la chaqueta de un Guardia Civil y hasta una habitación donde no daba el sol; más de 100 fuegos en un mes. Si de algo se está seguro, según se desprende de las crónicas de la época, es que esos fuegos no fueron producidos por la mano del hombre.
Durante todo el sábado los asistentes podrán disfrutar de un mercadillo artesanal y con productos de la tierra, un servicio de barra y música en directo.