Líjar, un pequeño municipio del Valle del Almanzora, tuvo las agallas de declararle la guerra a una nación entera como Francia. Nos remontamos al año 1883 y la declaración duró nada más y nada menos que 100 años.
Lo también sorprendente es que según se expone en el acta publicada de la declaración de guerra a Francia firmado el 13 de octubre de 1883 fueron “Trescientos vecinos y seiscientos hombres útiles (…), uno por cada diez mil franceses“, muchos más de los habitantes que hoy en día tiene el municipio el cual cuenta con tan sólo 390 habitantes pero igualmente una cifra disparatada en comparación con el número de habitantes de Francia.
Y si cabe, aún más curioso es que la declaración de guerra no tuvo nada que ver con ningún ataque o invasión, si no que Líjar tomó esta decisión porque los franceses humillaron a su rey Alfonso XII en su paso por París. Los hechos ocurrieron cuando el rey estaba realizando un tour por Bélgica, Austria, Alemania y Francia sin otra intención que celebrar su gran éxito.
Hasta que el monarca español fue nombrado coronel del regimiento de la guarnición de Estrasburgo. Hay que tener en cuenta que, en aquel momento, Alsacia había sido conquistada por los alemanes, mientras los franceses trataban de recuperar su soberanía. La aceptación del cargo por parte del monarca español la interpretaron como una traición que se cobraron en cuanto Alfonso XII pisó suelo francés.
En resumidas cuentas Alfonso XII finalmente quiso olvidar los hechos y perdonar el escándalo pero no pensaban lo mismo un grupo de vecinos que se encontraban a 1.700 kilómetros, los cuales aún sentían resentimiento.
“El más insignificante Pueblo de la Sierra de los Filabres debe de protestar en contra de semejante atentado”.
En un acta ordinaria celebrada el 14 de octubre de 1883, el Ayuntamiento de Líjar firmó por unanimidad una carta en la que, no solo declaraba la guerra a Francia, sino que les advertía de los peligros de meterse con España.
Aunque no hubo batalla, cien años después de dicha declaración, el pueblo de Líjar estuvo dispuesto a perdonar, que no a olvidar. Fue en octubre de 1983, cuando el director provincial de la Administración Territorial, Fernando Fernández Montero; el cónsul general de Francia en Málaga, Charles Santi; el alcalde de Líjar, Diego Sánchez Cortes; el vicecónsul francés en Almería, René Bicer; y 568 vecinos firmaron la paz.
Es por todo ello que se celebra este acto conmemorativo el 29 de octubre en la plaza del pueblo, inaugurando un nuevo mural, con actuación de la banda de música y migas incluidas.