Una vez finalizada la Semana Santa y empezada la Resurrección se celebra en algunos pueblos del Valle del Almanzora una peculiar fiesta. Se conoce con el nombre de «Las meriendas». Su verdadero origen era para celebrar la Resurrección de Jesucristo y dejar atrás los días de ayuno y abstinencia de la Cuaresma y del Tridúo Pascual (Jueves, viernes y sábado de la Semana Santa).
Así, el Domingo de Pascua de Resurrección y normalmente los dos días siguientes se celebran las tradicionales «Meriendas», en las que grupos de amigos, familiares, etc, salen al campo con su comida: fritadas, migas, hornazos, tortillas, arroz con conejo, y dulces artesanales como tortas, roscos, flores…
Aunque otros optan por hacer lumbres y asar carne, la idea es disfrutar de la gastronomía almeriense. Esos días son para comer y beber.
Además de la comida otro factor importante de esta tradición es unir a todas las generaciones disfrutan de la naturaleza, gastronomía y amistad.
Esta tradición es de las más antiguas, después de la procesión comenzaba la fiesta y todo el mundo salía al campo de merienda con buen vino del país, chorizos, butifarras, moscones y jamón, pero siempre como aperitivo de un buen arroz con conejo.
Se vivía con tanta alegría e ilusión ese día que antes de la procesión ya se dejaban preparadas las cestas en casa para, una vez finalizada la procesión, juntarse las «cuadrillas» e irse al campo de meriendas. Las orillas del río Almanzora y cortijos (sobre todo en caso de que lloviera esos días) se llenaban en cada rincón.