Albox se prepara para recibir con entusiasmo una nueva edición extraordinaria de la romería de su patrona, la Virgen del Saliente Coronada, conocida popularmente como La Pequeñica. El evento, que se celebra cada cinco años y fue suspendido en 2020 por la pandemia, regresa este mayo con el respaldo institucional de la Junta de Andalucía y un fuerte componente religioso, cultural y turístico.
El acto fue presentado oficialmente en la sede de la Delegación del Gobierno andaluz en Almería por el delegado de Turismo y Cultura, Juan José Alonso, acompañado por la alcaldesa de Albox, María del Mar Alfonso, y representantes eclesiásticos. Alonso destacó el impacto que tendrá la romería en el sector turístico local, previendo una alta ocupación en alojamientos y restauración durante los días de celebración.
Se estima que alrededor de 4.000 personas participarán en la tradicional “bajada” de la imagen desde su santuario hasta el núcleo urbano de Albox, y que unas 15.000 acudirán durante las dos semanas que la Virgen permanecerá en el municipio, repartidas entre las parroquias de Santa María y La Concepción.
Durante su estancia, se celebrarán múltiples actos litúrgicos y procesiones, además de un evento institucional en el que se impondrá a la Virgen el Escudo de Oro de la Villa. La romería finalizará el 18 de mayo, cuando la imagen regrese a su santuario, tras una última noche en la pedanía de Las Pocicas.
La alcaldesa subrayó la implicación de la ciudadanía y el trabajo conjunto entre Ayuntamiento, asociaciones y entidades religiosas para hacer de esta edición una de las más especiales. “Viviremos días marcados por la fe, el sentimiento popular y la puesta en valor de nuestro patrimonio”, aseguró.
Un templo emblemático del interior almeriense
El Santuario Diocesano del Saliente, punto de partida y retorno de esta romería, es una de las joyas arquitectónicas del patrimonio religioso de Almería. Construido a finales del siglo XVII sobre una antigua ermita, el complejo fue impulsado por el obispo Claudio Sanz y Torres en 1769 y combina funciones de templo, residencia episcopal y hospedería.
Con planta de cruz latina, tres ábsides y una gran cúpula en el altar mayor, el santuario fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1992. Su ubicación en la Sierra de las Estancias, sobre el Monte Roel, y las recientes intervenciones artísticas —como las pinturas del artista Andrés García Ibáñez— refuerzan su valor cultural y espiritual como destino de peregrinación y enclave turístico.