Loly Salas nació en Albox, generación de los 70, madre y padre emprendedores, segunda generación en la empresa familiar, una empresa de transporte de camiones, mundo frecuentado por hombres, en el cual hay muy pocas regencias de mujeres. Creándole ya un caminito a sus dos hijas, María Dolores y Carmen que son la tercera generación del Grupo Salas Águilas S.L. Quisimos hablar con ella como mujer referente en el mundo empresarial de nuestra comarca y salió una entrevista muy bonita que compartimos hoy con vosotros y vosotras.
Quiere dedicársela con orgullo y cariño a sus padres Pedro Salas y Lola Águila y a su marido Jose Granados.
- Loly, tus raíces son albojenses. ¿Siempre has vivido en Albox? ¿Cómo recuerdas tu infancia aquí?
Sí. Nací, me crie y he vivido en Albox, concretamente en La Loma. Mi infancia fue como la de los niños de la generación del 70, en la calle jugando y los Whatssap eran notitas o cuchicheos al oído y el teléfono móvil era tocando a la puerta de los amigos.
- La empresa la cimentaron tus padres, ¿tú serías la segunda generación?. ¿Tuviste claro desde pequeña al ver día a día a tus padres que ésta sería tu forma de vida?. ¿Podrías decir que es tu pasión y siempre te has sentido realizada con ello?.
Desde que tengo uso de razón en mi casa se ha hablado de camiones, viajes, cargas y descargas, recuerdo que siempre que iba con mis padres en el coche me ponía entre los dos asientos delanteros (no existían los cinturones de seguridad) y mi padre me explicaba qué era el acelerador, el freno, las marchas, el volante y todos los botones del coche, ese era mi entretenimiento.
Los sábados por la mañana mi padre me llevaba con él para que le ayudara a limpiar el camión, a engrasarlo y hacerle el mantenimiento rutinario.
Cuento esto para decir con mucho orgullo que mi pasión son los camiones y la carretera porque así me lo ha enseñado mi padre y mi madre.
- ¿Cómo fue coger el relevo de la empresa? Al final en el sector del transporte de camiones casi todos son hombres. ¿Has sentido más presión a la hora de enfrentarte a este proyecto siendo mujer en un mundo de hombres?. ¿Cómo era el trato con los hombres, te has sentido valorada siempre?.
Me incorporé a la empresa cuando terminé mis estudios universitarios y me casé con mi marido Jose, empezamos los dos a a trabajar mano a mano con mis padres en la empresa y a partir de ahí ha crecido hasta llegar al día de hoy.
Es verdad que el transporte es un mundo de hombres pero yo tenía la ventaja de que mi madre ya trabajaba en este sector y nuestros clientes, conductores y demás personas con las que hemos tenido relación comercial nos han tratado con respeto y educación, a pesar de que les sorprendía que la gerencia estaba en manos de mujeres.
Hoy en día ya tenemos a la tercera generación incorporada en la empresa, que son mis hijas y mujeres, además contamos con conductoras y parte de la administración también son mujeres. El transporte igual que el resto de sectores puede estar regentado por mujeres igual que por hombres sin distinción alguna, sólo se necesita ser una persona valiente, emprendedora y constante en el trabajo.
- ¿Cómo crees que ha cambiado este negocio desde la época de tus padres hasta ahora? ¿Ha evolucionado?.
Sí, el negocio ha cambiado y evolucionado a los tiempo actuales, se han incorporado las tecnologías y esto facilita enormemente el trabajo diario. No hace muchos años los conductores viajaban por toda Europa con un mapa físico para buscar los puntos de carga y descarga, y tenían que llamarnos desde teléfonos públicos, cabinas telefónicas al teléfono fijo de casa.
La evolución ha mejorado las condiciones de trabajo de los conductores y del personal administrativo que se encarga de buscar el trabajo de los camiones.
- ¿Cómo ha sido la conciliación, es decir, llevar una empresa a la misma vez que sacabas tu casa y tus hijas adelante?.
La conciliación para mi ha sido fácil porque mis hijas se han criado en la oficina, se dormían con el ruido de los camiones, de los teléfonos sonando y de los conductores entrando y saliendo a la oficina.
Mis hijas jugaban con los carricoches de las muñecas dándoles la vuelta y desarmando las ruedas porque decían que estaban en el taller y las muñecas eran los conductores de los camiones.
La conciliación ha sido como la de cualquier otra mujer trabajadora, queriendo se puede.
- ¿Cuáles son los valores en los que se fundamenta a día de hoy tu empresa?.
Honestidad, buena voluntad y servicio 24 horas.
- ¿Has querido transmitirles a tus hijas esos valores para que los interiorizaran, orientándose a que ellas sean la tercera generación?.
Lo he intentado y parece que lo he conseguido, porque a día de hoy mis dos hijas trabajan en la empresa como tercera generación, y tanto mi marido Jose como yo estamos muy orgullosos de ello.
- ¿Cómo es trabajar codo a codo con tus hijas? ¿Te haría ilusión que ellas siguieran tu legado?.
Complicado porque ya se sabe lo que los hijos les dicen a los padres “tu de eso no entiendes” pero con paciencia y diálogo, por ahora siempre llegamos a un término medio entre la experiencia de mi marido y mía y las nuevas ideas e ilusiones de mis hijas.
Para mi sería el mayor orgullo que ellas siguieran con el negocio familiar.
- ¿Cómo te ves en la empresa dentro de unos años y cómo ves a la empresa en general? ¿Cómo te gustaría que evolucionara?.
Dentro de unos años me veo dando un paso lateral, que no hacia atrás y dejando que mis hijas tomen las decisiones para llevar siempre los camiones con nuestra Virgen del Saliente pintada en el lateral y paseando el nombre de Albox por las carreteras y lugares de toda Europa.
Me gustaría que la evolución fuera siempre positiva y ascendente para nosotros y para los trabajadores de nuestra empresa, que son esenciales para seguir adelante.