25 años, empresaria, autónoma, albojense pero, sobre todo, valiente. Valiente por abrir su propio negocio en un contexto social que no incita a ello, donde reinan la incertidumbre y la falta de apoyo y aún más si eres de la generación que ha tenido que seguir adelante entre dos grandes crisis. Valiente por partida doble porque dedicó parte de su vida a estudiar una carrera con «salidas» como fue derecho pero finalmente se dedica a lo que siempre ha amado, a lo que comenzó como un hobbie y que ahora es su forma de vida: dibujar y crear. Con actitud curiosa, siempre intentando mejorarse y mejorar también la sociedad que le rodea. Ella es Mara Martínez y representa con esta entrevista a todas esas mujeres jovenes que se atreven a ser sus propias jefas en un mundo poco atractivo para ello.
- Mara, tus raíces también son albojenses, ¿cómo fue tu infancia en el pueblo?.
Normal, feliz. Al final lo bonito de vivir en un pueblo es la libertad que tienes de pequeño, de poder jugar en cualquier plaza, en cualquier calle. Y probablemente lo mejor que te da el pueblo es que creces y vives con los de siempre; de hecho muchos de mis amigos los conservo desde la guardería. Desde pequeña siempre he sido muy curiosa y me ha gustado saber y conocer. Así, siempre me iba fijando en todo y analizaba todo lo que me rodeaba. En cuanto a dibujar, he dibujado siempre, mi abuela es una artista y no para quieta: escribe, pinta, borda, hace bolillo…y mi padre también dibuja genial, así que supongo que mi rama artística me viene por ahí. Aunque sin duda alguna lo que siempre me ha gustado es inventar, hacer manualidades y crear.
- Decidiste estudiar derecho, que nada tiene que ver con lo que te dedicas actualmente.¿Qué te llevó a tomar esta decisión?. ¿Tomarías la misma decisión si pudieras volver atrás?.
Siempre he tenido mucha conciencia política y social. Con 18 años crees que puedes cambiar el mundo y eso me pasó a mi. Me debatía entre políticas o derecho porque quería hacer algo para mejorar la sociedad, a parte de que con esa edad tampoco tienes muy claro lo que quieres y sencillamente el mundo artístico nunca me pareció una salida profesional, sino un hobbie y obviamente estaba equivocada. En cuanto a si tomaría la misma decisión no lo sé; es algo que he pensado mil veces. Ahora lo pienso y hubiera estudiado historia del arte, bellas artes o diseño gráfico, pero de ser así no hubiera conocido a mis amigas y hubieran sido muy diferentes los que ahora califico como los mejores años de mi vida.
- Hemos visto en tus publicaciones de redes sociales que eres una amante de Granada, estudiaste allí y la visitas asiduamente. ¿Qué te hace, entonces, quedarte finalmente en Albox?. ¿Qué te gusta de nuestra comarca, del Valle del Almanzora, consideras que es un buen sitio para que los jóvenes vivan aquí y se atrevan a emprender negocios?. ¿Qué le falta para impulsar a los jóvenes a quedarse aquí?.
Volver a Albox fue difícil, yo no quería volver. Pero las circunstancias económicas y familiares me hicieron tomar esa decisión, sumado al COVID, que a muchos nos hizo volver por la falta de oportunidades y la precariedad. Una vez estás aquí te habitúas, encuentras tu gente y tu círculo e incluso te gusta. Vivir en el Valle del Almanzora es tranquilo y económico. Yo misma, si no hubiera estado aquí no podría haber emprendido mi negocio. No sé si realmente es un buen sitio para emprender negocios, es algo que no he analizado profundamente, lo que sí sé es que hay gente joven de la comarca haciendo un esfuerzo enorme por crear y aportar y montando sus propias iniciativas, como vosotros. Como impulso, lo que veo imprescindible son las comunicaciones. Solo contamos con un autobús que tarda 3 horas y pico en llegar a Granada, a Almería más o menos lo mismo y para ir a Murcia ni si quiera puedes salir desde aquí. Las asociaciones de empresarios tampoco veo que piensen mucho en los jóvenes, no hay ayudas directas o asociaciones destinadas a esto directamente, a parte de las que eventualmente destina la Junta de Andalucía o el Gobierno.
- Tenemos entendido que después de revolotear algunas opciones: oposiciones, otros sectores… finalmente decides dedicarte enteramente al mundo creativo con la realización de lienzos personalizados. ¿Qué te lleva a tomar esta decisión?. ¿Qué es lo que te lleva a introducirte en este mundo? Cuéntanos un poco sobre esto.
Realmente fue un cúmulo de circunstancias. Lo primero es que me tuve que comprar un iPad porque me cargué mi ordenador en una clase de Tributario y empecé a hacer «dibujillos» para mis amigas. Fui aprendiendo y me abrí una cuenta en Instagram. Con el tiempo, la gente empezó a confiar en mi y Pedro y Alexia me dieron el último empujón que necesitaba: me hicieron un hueco en el estudio, me dejaron su plotter y me metieron de lleno en las invitaciones de Juanjo y Mónica ¡que menuda locura! Y ahí empezó todo.
- ¿Cómo fue adentrarte en el mundo del emprendimiento y el trabajo autónomo?. En los tiempos que corren y siendo tan joven es una decisión arriesgada y valiente.
Duro, para qué te voy a engañar. Muchas veces bromeo con mis amigas diciendo que mi jefa me cae fatal y es que yo misma me exijo mucho. Soy muy perfeccionista y me gusta controlar todo y a veces es imposible, hay que delegar. Pero para delegar tienes que tener dinero y al ser autónoma el dinero es bastante volátil. Unos meses va muy bien, otros fatal. Al estar empezando, voy invirtiendo en maquinaria y tampoco me da para ahorrar mucho. Con lo cual es la pescadilla que se muerde la cola. También tengo que decir que me he beneficiado de algunas ayudas, que tampoco dan para mucho, pero ayudan.
- ¿Qué ha sido y es lo más duro de ser “tu propia jefa”?.
La autoexigencia, como he dicho antes, muchas veces me caigo fatal a mí misma. Antes yo no me perdía ni un plan, ahora digo a muchos que no por trabajar. Me es muy difícil ponerme horarios y cumplirlos, porque siempre van surgiendo cosas. Y sin duda lo peor es el estrés y la incertidumbre.
- Dinos tres palabras con las que definas tu proyecto.
Emocionante, creativo y artesanal.
- ¿Qué consejo le darías a una persona joven que quiera adentrarse en el mundo del emprendimiento?.
Que desarrolle su idea, porque si no lo hace alguien vendrá y lo hará y habrá perdido su oportunidad. Que nunca deje de formarse en lo que le gusta, hay que ir aprendiendo y actualizarse continuamente. Todos los principios son duros, esto no es llegar y besar el santo, así que tiene que estar dispuesta a sacrifircarse y tener mucha disciplina. Por supuesto que busque contactos, amigos, inversores y gente que le pueda dar visibilidad. Y que se informe sobre las ayudas y subvenciones que haya, que muchas son muy interesantes y le pueden dar un empujón.
- ¿Cómo te ves en un futuro, con tu proyecto y tu trabajo actual? ¿Cómo te gustaría seguir creciendo?.
Me veo en esto. Lo tengo claro. Aunque si que me gustaría ir dejando de lado todo lo personalizado y hacer más trabajos creativos que realmente me apetezcan, porque al final nunca dibujo para mí. De hecho uno de mis grandes sueños es ilustrar cuentos para niños, es una meta que quiero cumplir.
